En el concurso de Microrrelatos “El Ministerio, la Diplomacia y yo”, organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores en el marco de su aniversario número 150, no sólo hubo cuentos ganadores, sino que también se otorgaron menciones honrosas a otras seis historias. En esta oportunidad compartimos “Encuentro Subterráneo”, escrito por David Muñoz Neira.

Trabajar en el subterráneo del edificio Carrera me permitió conocer personalmente al Diablo. Aquella noche pactamos encontrarnos en el Archivo Histórico, donde, además, existe un pozo que desciende ochenta metros más, llegando así al mismísimo infierno. Don Diablo no es tan terrorífico. Usa lentes monocromáticos y fino bigote. Habla varios idiomas. Me enseñó las catacumbas del edificio. Asimismo, jamás habló mal de nadie, no como en la tierra, donde hasta los familiares se descueran.  Luego me presentó a su hija y esposa ¡Hermosísimas ninfas! Más tarde, fuimos a bailar. Imperaban luces fosforescentes y neón. Había muchos licores y suculentos caviares. Así entonces, cerca del amanecer, don Diablo me acompañó hasta la superficie. Se despidió invitándome nuevamente. Eso sí, debo señalar que está vez, por precaución, dejé mi alma colgada en la oficina. Descendí sólo en cuerpo, tal como una maleta vacía, pero, la próxima vez, la llevaré.

David muñoz neira