La directiva de ADICA  les da  la más cordial bienvenida al ciclo Diálogos de ADICA, esta vez con el tema “ Mujeres y Diplomacia”, realizado  en forma conjunta con el Programa de Estudios Europeos de la Universidad de Concepción y el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile en la persona de la profesora Paulina Astroza, quien es  Directora y Fundadora del Programa de Estudios Europeos de la Universidad de Concepción, Doctora en Ciencias Políticas por la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, además de  Académica y Profesora de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales de la Universidad de Concepción. 

Queremos agradecer la presencia de la Embajadora de Chile en Austria, Sra. Gloria Navarrete, la colega de la embajada de Suecia en Santiago, Sra. Malin Larson y la Presidenta de la Asociación de Profesionales del MINREL, Sra. Marcela Galaz. Aprovechamos de saludar a las colegas de la Asociación de Diplomáticos del Paraguay (ADEP) quienes hoy nos acompañan.

Desde las primeras conversaciones en el directorio de ADICA se pensó en hacer un diálogo sobre las mujeres en diplomacia, no en vano este directorio, es el primero en la historia de la Asociación en la que 3 de sus 5 miembros somos mujeres. Es necesario abordar los desafíos que enfrentan las diplomáticas y las profesionales en nuestro Ministerio, en el desarrollo de sus funciones y reflexionar sobre si son los mismos desafíos que enfrentan nuestros colegas hombres. Se hace necesario revisar aquellas normas jurídicas que aún no se adaptan a la realidad de cónyuges hombres o de convivientes civiles. Además de la norma escrita, se debe tomar conciencia de aquellos obstáculos cotidianos, las “resistencias mentales” que dificultan la mayor participación y avance de las mujeres en la carrera diplomática. Debemos realizar un buen diagnóstico de la situación actual de las mujeres en la carrera, lo cual nos permitirá diseñar medidas pragmáticas que corrijan los desequilibrios existentes de manera gradual, huyendo de debates inútiles y percepciones sesgadas.

Lentamente, se ha ido desarrollando una sensibilización general sobre la situación de las mujeres en sus relaciones sociales, políticas y económicas que ha servido para tomar conciencia que nuestros modelos culturales reproducen desigualdades e inequidades esto, producto de un proceso histórico que ha definido los roles asignados a mujeres y hombres en la sociedad y que ha generado una situación sistemática de desventaja para ellas. No es ajena la idea de que la mujer está más ligada al espacio privado y el hombre ligado al espacio público, esto es real y de esta manera, se limita de manera estructural el desarrollo de las potencialidades de las mujeres y por ende su acceso a las esferas de poder.

Tal como lo señala el profesor, sociólogo, PhD, etc., Juan Gabriel Tokatlian en su texto  “La Diplomacia de las Mujeres” de 2019 Es sabido que, tanto en el campo militar, como en el religioso y el diplomático, el lugar de la mujer ha estado impedido, limitado o postergado. Se trata de instituciones caracterizadas durante siglos por el peso de la jerarquía, los valores patriarcales, la discriminación y los obstáculos administrativos. Es relativamente reciente el acceso de las mujeres a la diplomacia.”

Es por esto, que el logro de la igualdad efectiva, cualitativa y cuantitativa, en los espacios públicos con nuestros pares masculinos constituye una cuestión de justicia y sentido común. Esto es lo justo y lo justo siempre es bueno.

A nivel mundial, la presencia de las mujeres en puestos de liderazgo sigue mostrando una brecha respecto de los hombres, y el ámbito de la diplomacia no constituye una excepción. Pese, como se ha señalado, que la presencia de las mujeres ha crecido en los últimos años.

En este avance han sido fundamentales los primeros instrumentos internacionales en la materia, como la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer –CEDAW (1979), que se enfoca, entre otras materias, en el fomento de la igualdad y la prohibición de la discriminación en todos los Estados. Se habla de la   igualdad sustantiva que promueve la igualdad en el acceso a las oportunidades y a los resultados.  Además, como no mencionar la Plataforma y Declaración de Beijing (1995), instrumento de política internacional de género que constituye un programa de acción para la incorporación de la igualdad de género en la política pública.

Más recientemente y para no nombrar todas las iniciativas, podemos destacar el Programa de NNUU He for She, que busca que los hombres tomen conciencia de esta desigualdad y actúen en consecuencia, comprometiéndose a apoyar la igualdad de género, en acciones concretas, por ejemplo, no asistiendo a paneles en que sólo haya hombres, o que en grupos consultivos se requiera la participación de mujeres. 

Sin embargo, la diplomacia sigue siendo mayoritariamente cosa de hombres, en nuestro Ministerio, del total de 496 funcionarios diplomáticos,118 son mujeres lo que equivale al 31,2%. No obstante, según el escalafón de 2021, en el grado más alto del escalafón, es decir los embajadores este porcentaje se reduce al 11% (9 de 82, y esto, contando las embajadoras políticas) y a 3% en el grado inmediatamente inferior que es el grado de Ministros Consejeros con sólo 2 colegas de 86 MC. En el grado de Consejeros, hay sólo 11 consejeras de un total de 80 (14%).

Este Ministerio ha tenido sólo una Ministra de RREE y desde 2004, no se ha repetido este fenómeno. En 2014 tuvimos la primera directora de protocolo, con la embajadora Navarrete quien nos acompaña hoy, nuestra actual SUBSECRETARIA la Sra. Carolina Valdivia es la primera mujer que ocupa este cargo. Nunca ha existido una Secretaría General de Política Exterior o una directora general administrativa, nunca una Directora general Consular. Tampoco podemos encontrar la presencia de embajadoras en embajadas “símbolos” como Argentina, en Estados Unidos, en China, en Rusia, Japón, Reino Unido, solo por mencionar algunas.

Porque mencionamos esto?No queremos hablar desde lo negativo, se menciona para visibilizar estas situaciones, para entregar datos duros que  fundamenten  argumentos que permitan cambios de la  política, o de  los criterios con que se nombran a los funcionarios.

Si bien no hay restricciones formales con normas o leyes que limiten la presencia de mujeres en niveles de representación como embajadoras o en puestos de dirección, tenemos que pensar algún tipo de protocolo para asegurar que más mujeres lleguen a la diplomacia, estén en la carrera y puedan ascender en igualdad de condiciones. Ejemplos hay muchos, solo por mencionar algunos tenemos la experiencia de Suecia que desde 2014 impulsa una diplomacia feminista, cuyos objetivos son entre otros “promover la igualdad de género” es una política de Estado, que tienen un manual que entre sus medidas se destacan: garantización del mismo número de hombres y mujeres en las conferencias, la utilización de más recursos humanos y financieros a favor de los derechos de las mujeres, y la inversión en las redes sociales. Luego la colega Larson nos podrá decir si esto ha funcionado o no, pero desde afuera podemos señalar que 1996 el 90 % de los embajadores suecos eran hombres, en 2016, un 40 % de los embajadores suecos eran mujeres.

En el texto de ALEJANDRA DEL RÍO Y SOFÍA RUIZ DEL ÁRBOL, Mujeres y diplomacia en España (Política Exterior Nr. 190)(0 1.07.2019)se destacan otras iniciativas, por ejemplos la del el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), (2011)  que incorpora a diplomáticos de todos los países de la Unión Europea, el SEAE cuenta con una “Estrategia de Género e Igualdad de Oportunidades a cinco años (2018-2023), con propuestas de actuación en tres ámbitos: igualdad de género; entorno de trabajo abierto e inclusivo; y condiciones de trabajo flexibles, (orientadas a resultados, incorporando un equilibrio entre vida privada y trabajo). Por ejemplo, en Austria, el titular del Ministerio cuenta con el asesoramiento de un equipo ad hoc compuesto por seis personas, dos por categoría administrativa, que se reúne una vez al año y emite una serie de recomendaciones. En Alemania, el responsable de la unidad de género emite un criterio vinculante sobre el nombramiento de altos cargos. En Países Bajos, a la hora de seleccionar al candidato idóneo para un puesto de responsabilidad, la primera pregunta es si este ha sido, alguna vez, ocupado por una mujer. La respuesta condiciona el posterior proceso de selección, claro está, sin llegar al punto de obligar a seleccionar a una mujer.”

No se trata de establecer cuotas permanentes, pero si priorizar la presencia de mujeres cuando los méritos son idénticos. 

El directorio de ADICA  entiende que  el fortalecimiento  de la política de igualdad de género también pasa por: la designación de colegas en puestos relevantes tanto en el exterior como en Santiago( jefaturas), denominación de los grados según el género, que  se institucionalice la presencia de ADICA  en los procesos de ingreso a  la Academia Diplomática, que se  constaten los horarios de maternidad( especialmente en las embajadas),  realizar acciones afirmativas o ser proactivo en buscar la igualdad de género, considerar el factor de género en todas las decisiones de la carrera (evitar embajadas en que sólo se destinen hombres, salvo razones culturales) , extender beneficios de salud y otros no solo a cónyuges sino a parejas de unión civil, promover la difusión del protocolo existente en caso de denuncias de acoso sexual y laboral, ( en ADICA creemos que estas faltas  ameritan una severa sanción. ADICA ha planteado la expulsión de la Asociación de aquellos colegas sancionados como culpables de acoso), y finalmente, capacitación del servicio exterior, en todos sus grados, en perspectiva de género ya que aspiramos a que la igualdad de género sea un tema transversal y no un punto específico y aislado de la agenda.

El Ministerio de Relaciones Exteriores debe comprometerse a implementar reformas que salden la deuda histórica que tiene con las mujeres, y se evite que el MINREL quede rezagado frente a los importantes cambios que, en pro de la equidad de género, se observan en Chile y el mundo. Este, es un año marcado por diversos procesos electorales, incluida una elección presidencial, este directorio buscará realizar diálogos sobre política exterior e igualdad de género con los candidatos que aspiren a la presidencia.

Las y los diplomáticos de Chile han dado y seguirán dando muestras de un compromiso incansable de servicio al país, seguiremos promoviendo el profesionalismo en la representación de nuestro país y en la defensa permanente de los intereses del Estado de Chile en el exterior, de ahí nuestra aspiración a que todos los y las embajadores provengan de la carrera diplomática.

Quisiéramos finalizar señalando que la equidad de género es una condición para la democracia y, adicionalmente, un requisito para hacer posible la modernización de las instituciones del Estado.  Promover la presencia de mujeres en la carrera diplomática implica apostar por un servicio exterior más eficiente, competente y acorde con los desafíos que nos impone la agenda del siglo XXI.

Gracias

Santiago 14.01.2021