En ocasión del Día Internacional de la Mujer, es imprescindible reflexionar sobre el significativo aporte que las mujeres diplomáticas de carrera realizamos en la escena internacional en representación de Chile. A pesar de nuestra incuestionable dedicación y talento, enfrentamos  numerosos desafíos en el camino hacia el reconocimiento y la equidad en el ámbito diplomático.

Si bien es cierto, actualmente estamos presentes en todos los niveles de la carrera diplomática, desde los consulados hasta las embajadas y misiones multilaterales, la realidad es que persiste una marcada subrepresentación en los puestos de mayor jerarquía. Esta tendencia no es exclusiva de Chile; según datos de Naciones Unidas, entre 1992 y 2019, solo el 13% de los negociadores en procesos de paz a nivel mundial son mujeres. A pesar de algunos avances, como el incremento gradual en el nombramiento de mujeres embajadoras a nivel global, que pasó de un 0.9% en 1968 a un 19.9% en 2019, queda claro que aún hay un largo camino por recorrer para alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en el ámbito diplomático.

Además de estas barreras estructurales, las mujeres diplomáticas también enfrentamos desafíos relacionados con el género diariamente. Desde instituciones y culturas que perpetúan y normalizan las desigualdades, hasta sesgos de género que limitan las oportunidades de crecimiento profesional y dificultades a la hora de conciliar la vida personal y laboral.

Sin embargo, a pesar de estos desafíos, como mujeres diplomáticas estamos comprometidas con demostrar nuestra valiosa contribución a la política exterior de Chile. Creemos que nuestro  conocimiento y experiencia son un activo invaluable que enriquece las  relaciones internacionales y promueve una visión más inclusiva y equitativa del mundo. En este sentido, es crucial destacar el papel fundamental que desempeña el apoyo mutuo entre mujeres en la superación de obstáculos y la consecución de metas comunes. Al unirnos y respaldarnos unas a otras, no sólo fortalecemos nuestra propia posición, sino que también allanamos el camino para las generaciones futuras de mujeres diplomáticas.

En este Día Internacional de la Mujer, reafirmamos nuestro compromiso de reconocer, valorar y promover el trabajo de las mujeres diplomáticas de carrera, así como de impulsar políticas y acciones concretas para avanzar hacia una mayor igualdad de género en el ámbito diplomático y más allá. Juntas, podemos construir una sociedad más justa, inclusiva y sostenible.

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