Como una forma de visibilizar la riqueza del patrimonio olfativo chileno, su dimensión cultural e histórica, así como su potencial estratégico en el posicionamiento internacional del país, se realizó en el Ministerio de Relaciones Exteriores el evento “Chile en Aromas”, una inédita iniciativa impulsada por la Asociación de Diplomáticas y Diplomáticos de Carrera (ADICA), en conjunto con el Institute of Art & Olfaction de Los Ángeles y la Fundación Chilena del Perfume – Andes Aromas.
La jornada fue inaugurada por el Presidente de ADICA, Cristián Piña Mella, quien destacó el valor identitario de los aromas en la construcción de la imagen país. “Chile posee una profunda tradición olfativa que se manifiesta en nuestra historia, desde los sahumerios precolombinos hasta la flora endémica que define nuestros territorios. El Ministerio puede y debe ser un gran socio en esta tarea de promoción, a través de nuestra red de misiones”, señaló.
El evento se dividió en dos momentos centrales. En primer lugar, un conversatorio moderado por Alejandro Soto, promotor de la actividad, que reunió a destacadas figuras del ámbito perfumista y cultural como Saskia Wilson-Brown, directora del Institute of Art & Olfaction; David Muggioli, presidente de Andes Aromas y la Fundación Chilena del Perfume; y Joel Martínez, creador de 432 Perfumería Mestiza y director de la Fundación Imagen de Chile. El diálogo giró en torno al vínculo entre diplomacia, aromas, territorio e identidad.
Posteriormente, se realizó un recorrido sensorial que incluyó la presentación de marcas y creadores nacionales, permitiendo a los asistentes descubrir materias primas locales, esencias y fragancias desarrolladas en el país.
Entre los ejemplos destacados, se presentó el caso del lucumillo (Myrcianthes coquimbensis), un arbusto endémico de la Región de Coquimbo actualmente en peligro de extinción. Estudios recientes han revelado que sus hojas contienen compuestos aromáticos únicos, con potencial para la industria de la perfumería, lo que abre una nueva oportunidad para la conservación de esta especie a través de su valorización patrimonial y económica.

“Chile en Aromas” no solo puso en valor el arte del perfume, sino que mostró cómo la diplomacia puede abrir caminos en áreas no tradicionales, como el diseño sensorial y la biocultura, promoviendo una marca país desde los sentidos, con sello propio y arraigo territorial.



